top of page
Foto del escritorAjarvi Facilities Management

La Delgada Línea entre la Actitud de Servicio y las Faltas de Respeto de los Condóminos en la Administración de Fraccionamientos


Hace unos días celebré, como administradora general, una asamblea como nunca había presidio jamás. Algunos condóminos disidentes con lujo de violencia, “reventaron” la asamblea de resultados de un condominio.


Si bien en estos 28 años he tenido asambleas donde los condóminos expresan sus inquietudes y algunos lo hacen con molestia (algo que suele pasar por desinformación), nunca me había enfrentado con algo como lo de este condominio.


Es por ello que, hoy quiero platicar con ustedes sobre la delgada línea entre la actitud de servicio y las faltas de respeto en la Administración de Fraccionamientos.


Es innegable que administrar un fraccionamiento no es tarea fácil. Se requiere una mezcla de habilidades administrativas, comunicación efectiva y, sobre todo, una actitud de servicio. Sin embargo, mantener esta actitud puede ser complicado cuando algunos residentes cruzan la línea y caen en faltas de respeto. Este delicado equilibrio entre servir y ser tratado con respeto es fundamental para la armonía y la eficiencia en la gestión de las comunidades residenciales.


La Actitud de Servicio: Pilar Fundamental


En la administración de fraccionamientos, la actitud de servicio es la base de todo. Los administradores debemos estar siempre dispuestos a escuchar, atender y resolver las inquietudes y problemas de los residentes. Esta disposición no solo mantiene la satisfacción de los condóminos, sino que también fomenta un ambiente de convivencia pacífica y colaboración. La habilidad de mantener la calma y la profesionalidad, incluso en situaciones de alta presión, es esencial para cualquier administrador.


Cuando la Actitud de Servicio se Encuentra con la Falta de Respeto


A pesar de los mejores esfuerzos por mantener una actitud de servicio, no es raro que los administradores enfrentemos las faltas de respeto de algunos clientes. Estos comportamientos pueden incluir lenguaje ofensivo, demandas irrazonables, acusaciones infundadas y, en algunos casos, agresión física o verbal. Este tipo de conductas no solo afectan el bienestar emocional de los administradores, sino que también pueden crear un ambiente tóxico que dificulte la gestión efectiva del fraccionamiento.


Estrategias para Manejar las Faltas de Respeto


Para manejar eficazmente las faltas de respeto de los clientes, los administradores de fraccionamientos podemos implementar varias estrategias:


1. **Establecer Límites Claros**: Desde el inicio, es crucial establecer y comunicar claramente las reglas y expectativas de comportamiento tanto para los administradores como para los residentes. Un reglamento interno bien definido puede servir como una guía para resolver conflictos.


2. **Capacitación en Manejo de Conflictos**: Los administradores debemos recibir capacitación regular en técnicas de manejo de conflictos y comunicación efectiva. Esto nos permitirá enfrentar situaciones difíciles con confianza y profesionalidad.


3. **Documentación**: Mantener un registro detallado de todas las interacciones con los residentes puede ser invaluable. En caso de que se presenten faltas de respeto o conflictos serios, tener documentación detallada puede ayudar a resolver disputas de manera justa y objetiva.


4. **Mediación y Asesoría Legal**: En situaciones donde las faltas de respeto se intensifican, puede ser necesario recurrir a mediadores profesionales o a la asesoría legal para proteger los derechos de los administradores y mantener la paz en la comunidad.


En conclusión, administrar un fraccionamiento requiere un delicado equilibrio entre mantener una actitud de servicio y lidiar con las faltas de respeto de algunos condóminos que, afortunadamente, suelen ser las excepciones.


Los administradores debemos estar equipados con herramientas y estrategias para manejar estas situaciones de manera efectiva, asegurando así un entorno armonioso y bien gestionado para todos los residentes.


Al final del día, la clave está en la comunicación clara, el respeto mutuo y la disposición para resolver conflictos de manera constructiva.


Para aquellos administradores que navegamos en esta delgada línea diariamente, debemos recordar que el respeto y el profesionalismo son las mejores herramientas que en nuestro arsenal puede hacer toda la diferencia.



45 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page